LA FINCA
Isabella Hoyos Zúñiga Escritura IV Crónica La casa de Gabriel está ubicada a veinte minutos del casco urbano de Tuluá, aunque realmente no es de su propiedad, es su lugar de trabajo en el que lleva más de treinta años. En la hacienda La Esperanza se hizo un lugarcito para su familia, “levantó” a sus cinco hijos y ha conseguido con arduo trabajo, entre tantas cosas, pagar las carreras universitarias de dos de ellos y conseguir su propia finca, con la que tanto soñó en su juventud. Aún cuenta, con cierta nostalgia, cómo su mamá acababa con esa ilusión. Ma, yo voy a tener una finca. Ay mijo, soñar no cuesta nada. Gabriel empezó a trabajar desde que era un niño. Nació en la zona rural de Buga, en el seno de una familia muy pobre. Es el séptimo de nueve hijos, pero al ser uno de los pocos varones debía acompañar a su padre a diferentes fincas del norte del Valle a recoger café; es consciente de que esa era una situación muy difícil, pero él dice con un tinte de orgullo en su vo...